Desde los tiempos remotos han sido archiconocidos los beneficios del consumo de leche de vaca en nuestro organismo. Todos los profesionales, la OMS, etc…han recomendado el consumo de leche en nuestra dieta desde la infancia. Se ha dicho que es un alimento de los más nutritivos y completos que contienen múltiples propiedades: Proteínas, fósforo, potasio, calcio y vitaminas A, C y B12.
¿Qué ha pasado ahora? ; ¿Por qué no es tan buena en la actualidad?
En los últimos años han surgido bastantes detractores del consumo de leche en adultos. Los argumentos son variados pero todos coinciden en la misma premisa: La leche no es para adultos si no para lactantes.
La polémica surge en Estados Unidos en los 60 y se crea un grupo de opositores que les une un mismo propósito: Concienciar a la población y a la administración de que la leche es perjudicial para la salud.(Physicians Committe for Responabile Medicine(PCRM).
Este grupo de médicos niegan que la leche fortalezca los huesos ya que:
- las proteínas y el calcio de la leche de origen animal son difícilmente asimilables por los seres humanos. El alto contenido de grasas saturadas que tiene la leche es el causante de la enfermedad de Diabetes tipo 1, esclerosis múltiple, del corazón, enfermedad de Chron, síndrome del intestino irritable y hasta cataratas.
Los que rechazan el consumo de lácteos apoyan su teoría con otros argumentos como:
- las bacterias que contiene la leche animal, bacterias que crecen en el cuerpo humano y que hace que las defensas de éste disminuyan y estén más expuestos a enfermedades víricas y bacterianas que los que no consumen leche.
La pasteurización debería de ser más prolongada de lo que lo hace la industria ganadera (15 segundos), cuando debería de ser unos 15 minutos para que las bacterias de la leche se inactiven.
- La Caseína, proteína que contiene la leche, produce en numerosos niños que se le inflamen los tejidos blandos, esta inflamación produce problemas respiratorios.
- La leche contiene antibióticos que administran a los animales para que no dejen de producir leche debido a la enfermedad de las ubres. Éstos provocan que las bacterias se hagan más resistentes y de difícil tratamiento.
- La lactosa (azúcar) en la leche es complicado de digerir, se necesita de una enzima (lactasa). A partir de los dos años nuestros intestinos producen menos lactasa, momento en el que no es necesaria la ingesta de leche.
- La leche animal contiene un exceso de hormonas femeninas, muchas de las vacas son ordeñadas, estando embarazadas lo que provoca esa subida de hormonas femeninas en la producción de leche, sin contar con las inyecciones de hormonas que administran a estos animales para que aumenten la cantidad de leche que elaboran.
- En 1993, la Academia Nacional de Pediatría de los Estados Unidos publicó un comunicado, en el que prohibía el consumo de leche hasta los 18 meses, porque detectaron que reducía el hierro en los niños pequeños.
- La leche contiene muchas dioxinas:” Las dioxinas son un grupo de compuestos químicos que devienen contaminantes ambientales persistentes. Las dioxinas se encuentran en el medio ambiente por todo el mundo y debido a su persistencia se van acumulando a lo largo de la cadena alimentaria, principalmente en el tejido adiposo de los animales por su solubilidad en las grasas. Los productos de origen animal son los mayores contribuyentes a la ingesta de dioxinas por los humanos.,”, El consumo en exceso de estas sustancias es el causante de muchos tipos de cáncer. Ya en Bruselas en el año 1999, la industria de la leche cerró por un mes debido a los altos contenidos de dioxinas que encontraron en la leche.
- Las sustancias presentes en la leche como la caseína, el suero y ciertas proteínas animales, irritan el sistema nervioso central. Por ello niños que sufren Síndrome Down y otras patologías neurológicas son especialmente vulnerables a la leche.
Como hemos podido investigar son muchos los argumentos que desaconsejan la leche en la alimentación humana tras la época de la lactancia. (en la que se recomienda la lactancia materna, mientras se pueda).
El sentido común en estos casos junto con la reflexión son las herramientas de las que debemos valernos en muchos casos a los que nos enfrentamos a lo largo de nuestras vidas, y en este caso, la premisa sigue siendo sólo una:
“¿Por qué es tan imprescindible en nuestra alimentación la leche de vaca?
¿Sobrevivirían los terneros si fueran alimentados con la leche humana?